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Oraciones



Oración a Jesús Nazareno


Entra Jesús, entra en mi hogar y bendice uno por uno a los seres que me son tan queridos y haz que disfrutemos de tu Paz redentora 

Aléjanos con tu santa mirada de todo cuanto pueda perjudicarnos y quitarnos la tranquilidad

Derrama tu caridad Divina en todas las almas para que podamos comer el pan que tú nos das

Sálvanos Señor, con tu grandísimo poder, estas son mis suplicas adorado Nazareno, así recoge siempre, como el Padre, las peticiones del Hijo que te llama. Amen


Oración Virgen Dolorosa

Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.

Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: "Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu Madre".

¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén


Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.

Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio.

Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén

Padre Nuestro

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén

Ave María

Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén

La Señal de la Cruz

Por la señal de la Santa Cruz +
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +

Yo Confieso

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.

Dios te salve.

A Tí clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Bajo tu amparo

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desoigas nuestras súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

Credo

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén

El Credo de los Apóstoles

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén

Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.

¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén

Bendita sea tu pureza

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión! ¡No me dejes, Madre mía¡

El Ángelus

Monitor: El ángel del Señor anunció a María.
Audiencia: Y ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Monitor: He aquí la esclava del Señor.
Audiencia: Hágase en mí según tu palabra. Dios te salve María

... Santa María, Madre de Dios ...

Monitor: Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Audiencia: Y habitó entre nosotros. Dios te salve María

 ... Santa María, Madre de Dios ...

Monitor: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Audiencia: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración: Infunde, Señor tu gracia en nuestros corazones para que cuantos, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén

Oración al Santísimo Sacramento

Te doy gracias Señor Padre Santo, Dios Todopoderoso y eterno porque aunque soy un siervo pecador y sin mérito alguno, has querido alimentarme misericordiosamente con el cuerpo y la sangre de tu hijo Nuestro Señor Jesucristo. Que esta sagrada comunión no vaya a ser para mi ocasión de castigo sino causa de perdón y salvación. Que sea para mi armadura de fe, escudo de buena voluntad; que me libre de todos mis vicios y me ayude a superar mis pasionres desordenadas; que aumente mi caridad y mi paciencia mi obediencia y humildad, y mi capacidad para hacer el bien. Que sea defensa inexpungable contra todos mis enemigos, visibles e invisibles; y guía de todos mis impulsos y deseos Que me una más intimamente a ti, único y verdadero Dios y me conduzca con seguridad al banquete del cielo, donde tu, con tu hijo y el Espíritu Santo, eres luz verdadera, satisfacción cumplida gozo perdurable y felicidad perfecta. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén

Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén

Oración al Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús, en vos ponemos toda nuestra confianza, temiéndolo todo de nuestra fragilidad, esperándolo todo de vuestra bondad: sed el único objeto de nuestro amor, el protector de nuestra vida, el sostén en nuestra debilidad, la reparación de nuestras faltas, la seguridad de nuestra salvación y nuestro refugio en la hora de la muerte. Amén

Oración al Inmaculado Corazón de María


Acuérdate, Nuestra Señora del Sagrado Corazón,
de las maravillas que el Señor hizo en ti:
Te eligió por madre y te quiso junto a su cruz.

Hoy te hace compartir su gloria y escucha tus súplicas.
Ofrécele nuestras alabanzas y nuestra acción de gracias.
Preséntale nuestras peticiones.

Haznos vivir, como tú, en el amor de tu Hijo,
para que venga a nosotros su reino.

Conduce a todos los hombres
a la fuente de agua viva que brota de su Corazón,
derramando sobre el mundo
la esperanza y la salvación, la justicia y la paz.

Mira nuestra confianza, atiende nuestra súplica
y muéstrate siempre Madre nuestra. Amén

Oración a San José

San José, casto esposo de la Virgen María; intercede para obtenerme el don de la pureza Tú que a pesar de tus inseguridades personales, supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar a lo que el Señor me pida. Varón prudente, que no te apegas a las seguridades humanas, sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado, obténme el auxilio del divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales. Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme, día a día, al modelo de la plena humanidad: el Señor Jesús. Amén

Oración a San Judas Tadeo

Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo, aclamado por los fieles con el dulce título de Abogado de los Casos Desesperados, hazme sentir tu poderosa intercesión aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro. Por el estrecho parentesco que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo, por la privaciones y fatigas que por El sufriste, por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor, por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión, obtenme del Dios de las misericordias y de su Madre Santísima la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti, Padre mío bondadosímo, seguro que me la obtendrás siempre que convenga a la gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea. Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces) En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Oración Virgen de Guadalupe

Virgen Santísima de Guadalupe, Madre y Reina de nuesra Patria, aquí nos tienes humildemente postrados ante tu prodigiosa imágen. En ti ponemos toda esperanza. Tur eres nuestra vida y consuelo. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada podremos temer. Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena e intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el momento de la muerte, para que alcancemos la eterna salvación del alma. Así sea.

Oración Virgen del Perpetuo Socorro

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro!, en cuyos brazos el mismo Niño Jesús parece buscar seguro refugio; ya que ese mismo Dios hecho Hijo tuyo como tierna Madre lo estrechas contra tu pecho y sujetas sus manos con tu diestra, no permitas, Señora, que ese mismo Jesús ofendido por nuestras culpas, descarge sobre el mundo el brazo de su irritada justicia; sé tú nuestra poderosa Medianera y Abogada, y detenga tu maternal socorro los castigos que hemos merecido. En especial, Madre mía, concédeme la gracia que te pido. Amén


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